Circuitos cerrados vs Circuitos abiertos de calderas industriales

En este artículo del blog de Sogecal vemos los Circuitos cerrados vs Circuitos abiertos de calderas industriales.

Hay una gran cantidad de sectores que necesitan calderas industriales para realizar la producción de distintos tipos de productos. Entre ellas, fábricas de papel, empresas de productos lácteos, fábricas textiles, laboratorios farmacéuticos, y muchas más. Todas ellas tienen en común un aspecto clave, que es poder contar con calderas industriales eficientes para llevar a cabo sus procesos con la mayor eficiencia y sostenibilidad posible. Porque entre otros aspectos, esto les va a permitir ahorrar costes.

Dentro de este contexto, una de las dudas más frecuentes es si elegir un circuito cerrado o abierto, que son las dos configuraciones de calderas posibles. Pero, ¿En qué se diferencian y cómo funciona cada una? Te lo explicamos, para así que puedas tener más claro cuál es el mejor sistema para tu negocio.

Aunque, antes un apunte que es importante si estás pensando en comprar una caldera industrial. En Sogecal ofrecemos asesoramiento personalizado y diseñamos soluciones a medida, puedes contar con nuestro equipo para ayudarte a elegir la mejor caldera para tu empresa. Y ahora sí, vamos a ello.

 

 

¿Qué es un circuito cerrado?

Las calderas con circuito cerrado disponen de un sistema donde el fluido circula de manera continua dentro de un circuito sellado. En este tipo de configuración, el fluido recorre la caldera, se calienta para cumplir su propósito y luego regresa al sistema para ser reutilizado, manteniéndose aislado del ambiente externo.

Está diseñado para minimizar las pérdidas de fluido, manteniendo constante la cantidad dentro del circuito de la caldera. ¿Qué se consigue con ella? Hace que sea más eficiente y ecológico, ya que no requiere reponer grandes cantidades de agua o fluido constantemente.

 

 

¿Cómo funciona el circuito cerrado en las calderas industriales?

En un circuito cerrado, el agua se introduce al sistema y se caliente dentro de la caldera mediante el uso de combustible, electricidad o energía renovable. Una vez caliente, este agua se convierte en vapor o se mantiene a alta temperatura para ser distribuida hacia los equipos o procesos industriales que requieren calor.

El fluido, después de transferir su energía térmica, retorna a la caldera en su estado original, ya sea líquido o vapor condensado. Estos son algunos aspectos clave de su funcionamiento:

• Presión controlada: estos sistemas operan bajo presión para mantener la eficiencia del transporte de calor y evitar fugas.
• Recirculación eficiente: gracias a bombas y tuberías bien selladas, el fluido se mantiene en movimiento continuo dentro del sistema.
• Mínima pérdida: al estar sellado, el circuito cerrado minimiza la pérdida de agua, calor y energía.
• Mantenimiento del fluido: el agua o el vapor pueden ser tratados químicamente para evitar problemas como corrosión o incrustaciones.

 

¿Qué es un circuito abierto?

En el caso de un circuito abierto, se trata de un sistema donde el fluido no se recircula, sino que se descarga una vez que ha cumplido su propósito. El agua calentada o el vapor producido por la caldera se liberan al medio ambiente o se utilizan en procesos donde no es viable su retorno al sistema.

Este tipo de circuito es frecuente en aplicaciones donde el consumo de fluido es elevado, como en ciertas industrias de alimentos, generación de vapor para limpieza o humidificación. O en procesos donde el agua tratada no se puede reciclar.

 

¿Cómo funciona el circuito abierto en las calderas industriales?

En un circuito abierto, el agua fría entra al sistema, se calienta en la caldera y luego se libera en el proceso para el cual se necesita. Una vez utilizada, el fluido no regresa al circuito, lo que genera la necesidad de reponer constantemente el agua o el fluido que se pierde.

El funcionamiento del circuito abierto implica:

• Entrada continua de agua nueva: debido a que el fluido no se recicla, es necesario reponerlo constantemente.
• Mayor consumo de recursos: esto incluye tanto agua como energía para calentar el fluido cada vez desde su estado inicial.
• Sistemas de desecho: es necesario contar con sistemas de evacuación para el agua o vapor una vez utilizados.
• Menor eficiencia energética: al no reutilizar el calor o el fluido, los costos operativos suelen ser más altos.

 

Comparación entre circuitos cerrados y abiertos

Vamos a comparar ambos tipos de circuitos en los aspectos más relevantes que hay que tener en cuenta a la hora de decidirse por uno u otro.

Eficiencia energética

Los circuitos cerrados son más eficientes al reciclar el fluido y aprovechar el calor residual, lo que reduce los costos de energía. Por el contrario, los circuitos abiertos requieren más energía para calentar agua constantemente desde temperatura ambiente.

Consumo de agua

Un circuito cerrado utiliza menos agua al mantenerla dentro del sistema, mientras que un circuito abierto puede generar un consumo significativo, especialmente en aplicaciones de alta demanda.

Impacto ambiental

Los circuitos cerrados son más sostenibles, ya que minimizan el uso de agua y energía, reduciendo la huella de carbono. Los abiertos, aunque necesarios en algunos casos, pueden ser menos amigables con el medio ambiente si no se gestionan adecuadamente.

Costes operativos

Un sistema cerrado tiende a ser más económico a largo plazo, mientras que un sistema abierto puede generar mayores costos por el consumo de agua y energía, además de la gestión de desechos.

Aplicación

Las calderas de circuito abierto son ideales para industrias alimentarias, textiles, hospitales y plantas donde el agua o vapor no se recicla, como en limpieza, cocción o esterilización. Las calderas de circuito cerrado son más eficientes y sostenibles, usadas en centrales térmicas, fábricas químicas, sistemas de calefacción centralizada y procesos metalúrgicos, donde el agua o vapor se recircula continuamente.